martes, 7 de febrero de 2012

BRUSSELS

          Casi siempre es agradable recuperar un ave extranjera anillada. Siempre es util pues cada una de ellas aporta una información única e intransferible. Todas ellas tienen su historia aunque en este caso sea el punto y final.

En el Bajo Aragón turolense el Zorzal común es un invernante frecuente. El clima benévolo (aunque este año un poco menos..) y los extensos olivares hace que tanto en los pasos migratorios como en la invernada pueda ser muy abundante.  Multitud de aves de toda Europa nos visitan y más aun durante el transcurso de olas de frío como la que ahora nos azota.

Lamentablemente el Zorzal común es una especie cinegética y por tanto una codiciada presa para los cazadores. Y más cuando se cierra la temporada para el resto de especies y casi se convierte en la única alternativa para seguir disparando. Hablando con cazadores estos me dicen que han hecho unas perchas enormes de estos pajarillos. Auténticas orgías de plomo se han dado en nuestros olivares o en los cañaverales donde duermen. Tiros y mas tiros en donde se mataban muchas aves y otras quedaban malheridas. Algunos cazadores en ocasiones ni se molestan en buscar los cadaveres. Todo consiste en una especie de sangriento tiro al plato.

En una semana han llegado a nuestras manos dos anillas belgas.(Este año parece que tenemos fijación con este país). Nos las entregó un cazador conocido.
Los que sabemos cuantos pájaros hay que capturar para lograr una recuperación extranjera nos espantamos ante la imagen de los miles y miles de zorzales que deben caer bajo el plomo para que estas anillas lleguen hasta nosotros. Asusta de solo pensarlo.

-FJMM/AIMM-